CODICOSOC  (01 febrero 2014). Esta tarde dichosa y alegre al escuchar el mensaje en la Homilía del Nuncio Apostólica Christophe Pierre, en la Misa celebrada a los niños y adolescentes.

 

Esta tarde quiero decirles entre tantas cosas queridos amigos, que es necesario compartir con otros niños la alegría de ser misioneros de Jesús, ayudando a aquellos que más lo necesitan. Esta operación es sumamente importante, para que de nuevo sea posible en el mundo la creación de nuevos misioneros, hacer entender con la inteligencia y el corazón que Jesús ama al hombre.

 

Al celebrar esta santa misa, pedimos a San Francisco Javier, y a Santa Teresita del niño Jesús, quienes tuvieron un gran amor y también por la misión… ojalá haya aquí muchísimas Teresitas y muchos Franciscos. Recuerdo una hermosa frase de ella que decía: “Oh Jesús amor mío por fin he hallado mi vocación, mi vocación es el amor, he hallado mi puesto en la Iglesia mi madre, yo seré fiel”.

 

Los niños y adolescentes también son protagonistas de la misión, acaso no recuerdan ustedes queridos amigos que cuando Jesús narra en su evangelio aquellas palabras: “dejen que los niños se acerquen a mí”. Él no quiere que ustedes estén lejos sino cerca, para educarlos, formarlos y enviarlos a misionar a otros, porque ustedes son los primeros misioneros.

 

Y nos preguntamos ¿cómo los niños pueden ser misioneros de Jesús?

 

El papa emérito Benedicto XVI nos decía: “Ustedes los niños tienen un hermoso programa: el escuchar, rezar, conocer, compartir, ser solidarios. Estos son los elementos esenciales que constituyen realmente una forma de ser misioneros, de hacer que crezca la Iglesia y que crezca el Evangelio en el mundo porque ustedes son esos pequeños colaboradores y quienes me sostienen en la oración”.La amistad con Jesús queridos niños y adolescentes, es un bello don que no se debe tener para sí mismo, sino para darlo a los demás, y este don no disminuye, sino que se multiplica. Así como el Evangelio hoy nos ha dicho que los panes y los pescados se multiplicaron por lo bendita participación de aquel niño.

 

Encomendemos a San José y de la mano de María, quien al decir “Sí”, hizo bajar al niño Jesús a la tierra, así también cada vez que le digamos “sí” al Señor, haremos que Jesús baje a donde quiera que estemos y Él por supuesto desea permanecer en nosotros, quiere darnos su amor, pero no solo a ustedes, sino a todos aquellos niños que no lo conocen.

 

¿Quieren ustedes niños ayudarle a Jesús? (Sí han contestado los niños). No podrías llevar a Jesús a los demás, si no estamos unidos a él. Por tanto debemos ir a Misa, y de vez en cuando visitar a Jesús en el sagrario, rezarle, darle gracias por la vida, por tantas cosas bellas que nos concede en la familia, en la escuela y más allá… pedirle por todos los niños misioneros y por las misiones.

 

También por los niños que no quieren obedecer a los papás. Pues veamos amigos, que hoy Jesús pasa por aquí y nos mira como en el mar de Galilea, como miró a sus discípulos, nos mira haciendo la tarea, a veces también chateando con los amigos, pero él no se cansa y busca la oportunidad para decirnos “sígueme”.

 

El Señor, les determinará algo especial en una vida diferente, pero cada uno debe descubrir su vocación, pero siempre a su lado, porque… ¿hay algo mejor que estar cerca de Jesús? Ahí está María, ahí está José quienes no quedaron defraudados por estar cerca de Jesús. Dios Padre quiere pues, que seamos testigos de la vida, de la luz, de Jesucristo el Señor.Queridos amigos y amigas, felicidades, muchas felicidades por estar aquí. Animo, porque la misión los espera y que Dios les bendiga a todos y a cada uno, amén.